“Estoy evolucionando”
08/11/10
Entrevista Norah Jones. Hoy presenta en el Luna Park su nuevo disco, “The Fall”, el más rockero de sus trabajos.
En 1971, una mujer de cabello corto y cuerpo menudo que añoraba los tiempos de la infancia, escribió: “(...) no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo ”. Se trataba de la avasallante poetisa argentina Alejandra Pizarnik. Cuatro décadas más tarde, Norah Jones responde desde un teléfono que la ubica en su natal Nueva York. También ella tiene el pelo corto y también su voz risueña y aniñada es, por momentos, hogar de respuestas lacónicas y, quizás por eso, poderosas.
No hay que decir que es la hija de Ravi Shankar. Pero se dice. No hay que decir, porque no es necesario. Si ese padre -que según ella misma contó estuvo ausente en su infancia-, ganó renombre por haberle enseñado a tocar el sitar a George Harrison, la muchacha supo transitar el camino de la resiliencia: vendió más de 40 millones de discos en el mundo y ganó, sólo con Come away with me , su primer trabajo (‘02), ocho Grammy.
A esa obra la sucedieron Feels Like Home (‘04), Not Too Late (‘07) y The Fall (‘09). Menos de una década fue suficiente para hacer de su voz pausada y etérea un estilo propio. Y le alcanzó, también, para lanzarse a la composición de sus propias letras y músicas, siempre de la mano del emblemático sello de jazz Blue Note Records y de su colaborador Jesse Harris. Con The Fall se atreve a dejar el piano y a tocar guitarras acústicas y eléctricas en siete de los trece temas que integran el disco. “Creo que la guitarra me inspiró más en esta última etapa. Uno pasa por distintos ciclos. En éste he estado componiendo más, y tocar la guitarra fue muy divertido”, confiesa.
Habla de ciclos. De tiempos. Ella, que canta desde una lejanía acaso melancólica. “Sólo algunos músicos de jazz -asegura- son nostálgicos. Yo no me pienso así, pero supongo que un poco lo soy. Tampoco sé si me siento fuera de mi tiempo. Sí sé que a veces me siento más joven ahora que hace cinco años. Soy más capaz de divertirme. Imagino que tiene que ver con que me estoy haciendo mayor”.
En ese hacerse mayor, un proceso evolutivo vital llega por decantación. Norah no sólo ha sumado instrumentos a su repertorio, sino que ha coqueteado con otros géneros.
The Fall reúne el jazz de Come Away With Me , el country de Feels Like Home y el pop de Not Too Late , y suma, claro, rock. Un rock de baladas que se trasluce en cortes como Chasing Pirates y Stuck , y que está presente en el que será su nuevo disco, Featuring , a la venta desde el martes 16.
En “Featuring” recuperás “Virginia Moon” con Foo Fighters, ¿te estás acercando al rock? Estoy evolucionando. Como cualquier artista, estoy probando cosas distintas. Yo escucho música de distintos estilos, no sólo jazz.
¿Continuás con The Little Willies, tu banda de country? Tratamos de estar juntos, pero cada uno tiene su ciudad y sus tiempos, y eso hace difícil que nos reunamos.
Te gusta Elis Regina, de Brasil. ¿Tenés algún artista favorito en la Argentina? Amo el tango. Mi madre sabe bailarlo, pero yo no. A pesar de que, en general, me gusta mucho bailar, es un ritmo muy difícil.
¿La música cambió tu vida? Siempre ha estado en mi vida. No sé cómo hubiera sido sin ella.
Podrías intentar imaginarlo.
No... no realmente.
En “My Dear Country” (de “Not Too Late”), hiciste una crítica al gobierno de George W. Bush, ¿pensás que las cosas han cambiado con Barack Obama? Tiene un trabajo muy duro por hacer. Y nadie es capaz de cambiarlo todo con tanta rapidez. Está haciendo todo de la mejor manera que puede y lo apoyo. Hay que ser paciente. Desafortunadamente, muy poca gente lo es.
Paciencia. Paz. Eso que Norah transmite al hablar del amor y, sobre todo, de su ocaso. Esa paciencia de saber que, a veces, el tiempo debe hacer lo suyo. Respuestas breves, brevísimas. Para más explicaciones, hay que transitar su música. Como escribió Pizarnik: “(...) cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa ”.
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